BIOFILIA
En la vida, hay momentos en los que nos sentimos perdidos, ya sea por estar atravesando etapas difíciles o por haber experimentado algo tan doloroso que no sabemos cuál es el siguiente paso a dar.
Puedes ir por la autopista con calma, disfrutando del paisaje, adelantando sin prisa a quien va más lento, o tomar el carril de aceleración para llegar rápidamente a tu destino, pero siempre con seguridad. También existe la opción, a veces elegida sin plena conciencia, de tomar atajos que nos conduzcan a caminos sin salida, llenos de obstáculos, pérdidas e incluso accidentes.
“Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado, un esfuerzo total es una victoria completa”
Mahatma Gandhi.
La interacción con los caballos, ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, gracias a su campo electromagnético, tienen un poder calmante. Su capacidad para conectar con las emociones humanas, tiene grandes efectos terapéuticos.
Por eso pasar tiempo con ellos en un entorno tranquilo y natural puede disminuir los niveles de
cortisol (la hormona del estrés) y promueve la relajación. Les ayudan a los pacientes a expresar y procesar sus sentimientos.
En nuestras sesiones, aprovechamos esta conexión para trabajar con la técnica del
mindfulness (que pone el foque en el aquí y el ahora).
El proceso de cuidar y montar un caballo puede aumentar la autoestima y la autoconfianza. Se trabaja en los miedos a medida que desarrollan una relación de confianza con el caballo. En personas que enfrentan trastornos emocionales o psicológicos es muy beneficioso.
Los caballos no juzgan, por lo que los pacientes pueden sentirse libres y ser ellos mismos.
