Los caballos son especialmente beneficiosos para personas con trastorno del espectro autista (TEA), ¿sabes por qué?
1. Estimulación sensorial regulada
Las personas con TEA suelen tener hipersensibilidad o hiposensibilidad sensorial. Montar a caballo les ofrece:
Estimulación vestibular y propioceptiva: el movimiento tridimensional del caballo les ayuda a mejorar el equilibrio, la coordinación y la conciencia corporal.
Esta estimulación es predecible y calmante, reduciendo la ansiedad sensorial.
2. Conexión emocional sin juicio
Los caballos no juzgan ni esperan comunicación verbal como los humanos. Los usuarios con TEA se sienten seguros, pues ellos tienen dificultades para interactuar socialmente.
Muchos niños y adultos con TEA crean vínculos emocionales profundos con los caballos, y eso fortalece su autoestima y empatía.
3. Mejora de habilidades sociales y comunicativas
Interactuar con un caballo y con el equipo terapéutico promueve el desarrollo del lenguaje, y la comunicación no verbal.
Se mejora la imitación y el contacto visual.
“Los caballos nos enseñan sobre respeto, trabajo duro, lidiar con la decepción y, por supuesto, sobre el amor.”
McClain Ward
4. Desarrollo de rutinas y estructura
Las sesiones implican rutinas predecibles en las que trabajamos una serie de pasos.
Aprender las rutinas y seguir instrucciones les ayuda a anticipar eventos, y organizar secuencias de acciones.
5. Autonomía y autoestima
Interactuar con un animal grande como el caballo fomenta la independencia y el sentido de logro.
Superar retos pequeños en este entorno controlado puede traducirse en mayor seguridad en otros aspectos de la vida.
6. Reducción de conductas problemáticas
Se disminuyen las conductas repetitivas, la agresividad, ansiedad y crisis emocionales tras participar regularmente en sesiones de equinoterapia.
